MORELIA, Mich., 27 de marzo de 2011.-Las campañas políticas evolucionan al ritmo como lo hacen los fenómenos sociales y políticos y éstos a su vez están influenciados en gran medida por el desarrollo de las tecnologías. A través del tiempo se han experimentado cambios profundos en la manera de cómo la gente se comunica, sin querer hacer un recuento exhaustivo, diremos que uno de ellos se presentó con la aparición de la televisión en la década de los 60s. La televisión vino a transformar drásticamente la forma de comunicarse, de informarse, de entretener a la gente, desde luego que esto afectó a la manera de hacer política. A partir del uso generalizado de la TV, la mercadotecnia dio un giro significativo, en los procesos de venta de productos y servicios de contenido de valor significativo se utilizaron los spots, éstos surgieron como el medio más socorrido para la promoción y las ventas, se crearon los primeros canales y las grandes cadenas que llegaron a convertirse en entidades con un poder real, económico y también de influencia política.
Esto ha sucedido en todos los países, con los matices propios del grado de desarrollo y matices propios, pero en general estos fenómenos han marcado la forma de comunicarse de la sociedad, del gobierno y en la manera de hacer política.
Posteriormente con el desarrollo de la informática y la instalación de la humanidad en la era de la información, impulsado por la generalización del uso de las computadoras, con la disponibilidad del software al alcance de cualquier usuario, sin necesidad de tener grandes conocimientos de informática, les permitió manejar grandes volúmenes de datos, para diferentes usos, desde información para desarrollar el trabajo cotidiano, como medio de entretenimiento, en los procesos de comunicación para efectos comerciales y de mercadotecnia, así como el los campos científicos y en general del conocimiento.
La tecnología acercó la información a todos, o a casi todos, porque si bien es cierto que ésta se encuentra disponible para quién tiene acceso a éstas tecnologías, también es cierto que no todos tienen la misma facilidad de acceso. Hay quienes aseguran que este es un factor que tiende a acentuar las diferencias entre países, así como entre individuos, lo que es todo un tema, que por si solo requiere una atención especial.
Pero lo que si es un hecho incontrovertible y evidente para todos, es que esto cambió la forma de hacer política. Las campañas políticas tienen un enfoque de precisión, ante la facilidad de manejar una enorme cantidad de información sobre el comportamiento del ciudadano en términos de sus preferencias electorales, pero sobre todo en sus necesidades y aspiraciones en función de su perfil sociodemográfico, aunado a la posibilidad de ubicarlo geográficamente, y poder inferir comportamientos homogéneos por segmentos, lugar de residencia y en algunos casos conocer las preferencias individuales, mediante el empleo de CRM´s, que no es otra cosa más que software que permite manejar la relación con el ciudadano y los famosos “Contact Center” o centros de contacto, desde donde se opera el herramental antes mencionado.
Todas estas herramientas tecnológicas, junto con conceptos desarrollados que se enfocan a conocer mejor los hábitos de consumo, preferencias y necesidades del individuo, que para quienes han sabido manejarlo, interpretarlo y sobre todo llevarlo a la práctica, ha significado una gran ventaja. Nuevamente, el conocimiento marca la diferencia.
El enfoque de precisión en las campañas políticas se llevó a la práctica a fines de los noventas y hasta poco después de los mediados de la década pasada. Por cierto ya se utilizaba el Internet en los procesos de comunicación y de transmisión de datos.
Pero fue hasta el año 2008, con la campaña de Barack Obama cuando se dio un giro a la forma de hacer campañas, aparece el concepto de las llamadas Campañas Interactivas o Campañas 2.0. Dicen los enterados que después de ese año la forma de hacer política y gobierno no volverá a ser la misma, por qué? Revisemos los cambios que se presentaron y modificaron el panorama de la comunicación individual y de grupos sociales y desde luego la nueva democracia.
Algunos datos que nos permitirán entender el giro tan drástico que le imprimió Obama y sus estrategas a la campaña presidencial del 2008:
El acto simbólico de los candidatos a la presidencia implicaba una visita casi obligatoria e las oficinas del New York Times, con el propósito de alcanzar el apoyo a su campaña. Obama sustituyó esta visita por un evento con la comunidad relacionada con las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC’s) en Silicon Valley, nada menos que en las oficinas de Google, desdeñando al influyente medio.
Su campaña tuvo un enfoque hacia los usuarios de las nuevas tecnologías, contando con el apoyo de la comunidad de “cerebros” que forman esa industria
Participó en más de 120 portales entre los propios, creados para el proceso electoral interno y constitucional, así como en otros sitios en los que intervino
Su actividad en la Web se manifiesta con estos datos; obtuvo en Facebook 2 millones de amigos, el contenido creado en la campaña de Obama el fue visto 14.5 millones de horas, al concluir la campaña Obama contaba con 13 millones de correos electrónicos
El envío de 10 millones de SMS entre los que emitió y los reenvíos para anunciar a su compañero de fórmula, el Vicepresidente, muestr la importancia que dio a este medio como eje fundamental de su campaña.
Pero tal vez lo más importante es que los mensajes no fueron en un solo sentido, por el contrario, el trafico de comunicación se dio en las dos direcciones, obtuvo el apoyo y la participación de la sociedad en un tiempo breve, en forma abrumadora y de un público que generalmente es apático a participar en temas políticos.
Ahora nos queda claro la importancia que tienen las redes sociales, lo hemos comprobado en recientes acontecimientos en diversas partes del mundo. Es indudable el alcance de estas nuevas formas de comunicación, pero sobre todo de participación. El reto es saber utilizarlas, contar con las herramientas tecnológicas y conceptuales, los expertos que potencialicen los instrumentos a favor de las campañas y las causas de los candidatos.
Para quienes cuestionan la validez de estos conceptos e instrumentos en las campañas mexicanas comparto estos datos; se estima que hay más de 35 millones de internautas en el país, 28% de los cuales viven en zonas urbanas; 55% son hombres y 45 % mujeres; Por nivel socioeconómico se componen de la siguiente manera, el 39% son de nivel socioeconómico “A, B y C+” (desde 20 a mas de 100 salarios mínimos, SM), El 19 % es de nivel C (entre 6 y 20 SM), el 29% es de nivel “D+” (entre 3 y 6 SM) y el 12% de niveles “D y E” (menos de 3 SM).
El tema es muy amplio, no es tan simple, tampoco quiero decir que este enfoque substituye a los tradicionales de las campañas mexicanas, pero sin duda será fundamental en el rumbo que tomen las contiendas. Desde luego que cabe la máxima mexicana que dice que “el hábito no hace al monje”, pero le ayuda bastante, por supuesto que debe haber sintonía entre contenidos, perfiles, historias, mensajes e instrumentos.
Sabemos que ningún programa, ninguna acción, ningún evento o acierto es suficiente por si solo para ganar, pero la suma de todos, sin duda, son factores que construyen el triunfo.
Mail: leomol09@gmail.com
Blog: leopoldo-molina.blogspot.com
Mercadotecnia, Publicidad, Videos y Contenidos con Inteligencia y Servicio
28 mar 2011
Las nuevas campañas politicas con #RedesSociales #MediaTraining
via quadratin.com.mx
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